Después de las fiestas navideñas, volvemos a la carga en el blog. Hoy quiero enseñaros una idea muy resultona: fácil y económica que nos puede ayudar a solventar los quebraderos de cabeza de los disfraces.
Esta Navidad hice el traje de la fiesta de fin de curso de infantil de un colegio de Madrid: elfos navideños.
En el colegio les dan las pautas y cada padre elige cómo hacerlo mejor. Para el cuello verde se me ocurrió hacerlo como las banderolas con nombre y así, permitiría que se ajustase. La misma idea para los tobillos, añadiendo cascabeles de sonido amortiguado.
En el caso del gorro puntiagudo: quise darle una forma graciosa y ponerle otro cascabel.
Suele ser lo más difícil por el diámetro de la cabeza, porque puede caerse en medio de la función. ¡Menos mal que data vez pude utilizar a mi hija de modelo!
Para las niñas se añadia el tutu rojo. Los niños sin el, y ambos con el cinturón. En este caso, la mama reciclo uno suyo y lo cortó a tamaño del niño.
El resultado no puede ser más resultón:
Un beso Chustelier@s
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